Al ser un año eleccionario, la relación entre los medios de comunicación tradicionales y la clase política dio absolutamente para todo. Candidatos y el mismo Gobierno provincial compraron y seguirán comprando el silencio de los medios que son quienes originalmente tenían el rol de informar a los ciudadanos acerca de todo lo que ocurre a diario en el mundo entero.
Bueno, digamos que con informar correctamente con lo que ocurre en cada provincia alcanza y sobra como para empezar. Pero ni eso se hace bien en lugares donde el dinero vale mucho más que la verdad. Donde con dos pesos con cincuenta se puede comprar el silencio de cualquier medio en Santa Cruz. Y es en ese momento en el que hace falta buscarr un camino alternativo como para informar las cosas como son; tal cual son.
ASÍ SON
Como para que la cosa quede totalmente clara, hoy Sorpresa y Media te va a contar una historia que refleja claramente porque hoy en los medios no ves mucho de los que vos sabés que los periodistas saben.
El primer ejemplo claro y al alcance de la mano tiene que ver con el funcionamiento de la cuestionadísima Secretaría de Deportes que, colmando la paciencia de cualquiera que pretendía darles un crédito, ha demostrado que no da pie con bola.
Esa misma Secretaría de Estado de Deportes (que como tal sólo tiene el nombre), es la que de un tiempo a esta parte malgasta increíblemente gran parte del presupuesto que tiene, que es este año fue de 11 millones de pesos.
¿Cómo lo hace? Fácil de explicar. Utilizó durante todo lo que va del año 15 mil pesos mensuales para varios de los medios de comunicación de Río Gallegos para resguardar su gestión, para comprar su silencio.
La pregunta del millón es: ¿Para tanto llega la cosa que hasta la Secretaría de Deportes puede llegar a eso? Pues bien, te aseguro que sí es para tanto.
La gravedad de la decisión de la Secretaría que encabeza Pablo Perea se magnifica en una gestión que debería utilizar esos miles de pesos mensuales (que hay que multiplicarlo por varios medios) en cada uno de los deportistas que “se cagan de hambre” para poder comprarse unas zapatillas o contar las monedas para tomarse un taxi y llegar a entrenar cuando el clima apenas les permite moverse a pie.
Es sólo un ejemplo de lo que hoy pasa en Santa Cruz con comerciantes, intendentes, empresarios, diputados, concejales, candidatos de turno y el Gobierno provincial y nacional como mayores exponentes de una situación lamentable par los periodistas argentinos que a diario deben morderse la lengua para no meterse en problemas.
Pues que todos ellos sepan, que esa misma "raza" todavía no sólo tiene esos exponentes que se callan con unos billetes en el bolsillo. Que sepan que también están los que viven esperando el momento para poder decir lo que muchos no quieren escuchar.
Esto recién empieza....
Sorpresa y Media
