La temporada 2004 fue muy buena para Bancruz e incluso accedió a las finales del Torneo Argentino "B" de la mano del técnico, Waldemar Alfonso.
Lo que no muchos saben es que el ex técnico bancario tenía sus estrategias y algunas de ellas son muy pocos utilizadas en nuestro fútbol.
Entre ellas, aparece una realmente sorprendente. "Waldemar nos obligaba a inyectarnos", le dijo un integrante de aquel plantel a sorpresa y media, revelando parte de los secretos muy bien guardados de la "era Alfonso".
La impactante declaración fue más allá cuando el jugador indicó que "todos teníamos que ir a la pensión donde vivían los refuerzos y ahí el médico del club nos inyectaba un líquido que mezclaban con un polvito. El nombre no me lo acuerdo, pero terminaba con "cinco mil".
Más adelante, el jugador expresó: "La mayoría no queríamos que nos inyecten, pero era obligación. Teníamos miedo de que nos pase algo malo y tratábamos de “safar”, pero el médico nos revisaba para ver si todos habíamos cumplido".
Por lo que pudimos averiguar, a los jugadores se les inyectaba un reconstituyente con vitaminas para recuperarse más rápido de los esfuerzos a los que eran sometidos en los duros entrenamientos.
A tal punto llegaba la cosa que, cuando el médico no podía inyectarlos, los mandaban al hospital.
"En una oportunidad, a mí me mandaron con el polvito y el líquido al hospital para que me inyectaran. La enfermera me preguntó quien me lo había dado. Yo le dije que el club donde jugaba y me la puso sin problemas", aseguró el jugador.
Otro por ahí agregó que fue muy chistoso ver al médico bancario pasar cuarto por cuarto, inyectando a los jugadores durante un viaje por Neuquén. Ni jugando afuera se salvaban!
Dicen que los dirigentes de Bancruz no estaban contentos con la decisión de inyectar a los jugadores porque era bastante costoso y por eso, cuando se fue Alfonso, dejaron de utilizar ese método.
Ilusos aquellos que pensaban que un técnico del norte, como Waldemar Alfonso, no tenía sus recursos para tener a los jugadores en óptimas condiciones.
La olla se destapó y algunos de los secretos mejores guardados hasta el momento, van saliendo a la luz.