Está claro que el deporte de nuestra provincia no tuvo su mejor año. Fue un 2005 signado por los fracasos y continuas decepciones. Algunas instituciones intentaron lograr cosas importantes, pero perdieron en un camino que terminó siendo más difícil de lo que se pensaba, pero lo que más le preocupa a estas instituciones es la falta de apoyo, tanto en la gente como en las empresas privadas que parecen no estar dispuestas a participar en un proyecto que ayude a progresar al deporte santacruceño.
Es todo un tema porque la falta de apoyo privado, hace que las instituciones que deseen participar en un torneo de cierta importancia a nivel regional o nacional, deban recurrir irremediablemente al Gobierno Provincial para recibir algún tipo de apoyo económico y tener un presupuesto aceptable como para incursionar en dichas competencias.
Claro que el Gobierno Provincial no estará por siempre y debemos comenzar a pensar en otras opciones para las futuras participaciones en torneos que se implementen fuera de Santa Cruz.
¿Publicidad o caridad?
Si hay algo que está clarísimo en este caso, es que el público promedio de nuestra provincia no está muy identificado con el deporte o, al menos, no tiene esa “cultura de hincha” necesaria como para asistir a las canchas para alentar a su club o a un equipo que nos representa.
Este es un problema importante para conseguir apoyo privado, ya que, sino hay una masa de público importante, tampoco habrá demasiadas empresas que decidan pagar para que la publicidad de su empresa (grande o chica) sea vista sólo por unas pocas personas cada fin de semana.
Si un promedio de 150 personas asiste a ver Liga Patagónica de Básquet u otro de poco más de 200 asiste a ver un equipo como Bancruz, difícilmente alguien que entienda de publicidad o marketing decida “poner” la publicidad de su empresa buscando beneficio alguno. Si la gente no asiste a los partidos de los equipos importantes, tampoco habrá demasiadas empresas convencidas en apostar a dichos proyectos deportivos.
La opción sería que las empresas se dediquen a hacer caridad, colocando su publicidad para apoyar a los equipos de nuestra provincia, aún sabiendo que el rédito que sacarán no será muy importante.
Vamos “la Subse”
Lo que pocas personas saben, es que la Subsecretaría de Deportes no tiene la obligación de apoyar económicamente a cada equipo que se presenta en un torneo importante como la Liga Patagónica o un Torneo Argentino “B”, pero sí tiene la misión de concretar un proyecto que tena como objetivo un acercamiento preciso para que el sector privado apoye definitivamente al deporte de nuestra provincia.
En este tipo de acuerdos, las empresas privadas están comprometidas a entregar un porcentaje de sus ganancias para la política deportiva. Algo así como el 12 por ciento, por ejemplo. Por el momento, esto no pasa y cada equipo que intenta participar en una competencia de relevancia, debe negociar por su cuenta con el sector privado. Y así estamos…
Si no TVo, es difícil
El tema de la televisión también es para discutir. En este 2005, algunos dirigentes amagaron con televisar los partidos de la Liga Patagónica, pero todo terminó en la nada. Partidos como los de Bancruz nunca fueron televisados y algunos piensan que está bien porque, de lo contrario, la gente no asistiría a la cancha para ver al equipo, pero también hay que tener en cuenta que, si los partidos se televisaran, mucha más gente seguiría al equipo y quizás entonces sí el sector privado se decidiría a introducir su publicidad en el proyecto. Para tener en cuenta…
Claro que la competencia dirigencial también influye a la hora de conseguir apoyo y el caso del Boxing en la Liga Patagónica del 2005 es un buen ejemplo, donde los dirigentes a cargo del básquet consiguieron un importante apoyo de una empresa privada como Petrobras que aportó unos 20 mil pesos por mes a cambio de colocar su publicidad. A esto se sumaron otras empresas como OSDE que también contribuyó con una suma interesante.
Está claro que hay dirigentes que sí pueden, pero tampoco es tan fácil y mucho menos cuando no sólo se quiere competir, sino ser protagonista; para lo que se necesita un presupuesto más que importante.
Por el momento, el sector privado sigue muy alejado del deporte. En parte tienen razón y en parte no, por eso los dirigentes del deporte santacruceño tendrán que trabajar duro para que las instituciones deportivas y el sector privado tiren para el mismo lado y ambos puedan lograr un progreso sustentable. Algo que hoy no pasa…