20 de diciembre de 2006

La alegría es sólo albiverde

Las fiestas de fin de año tendrán al Boxing festejando un 2006 que fue totalmente positivo, porque se coronó campeón del torneo de Primera a mediados de año y porque cierra el 2006 como puntero de la nueva temporada. El broche de oro para los albiverdes llegó ayer con el superclásico que le ganaron a Hispano por 2 a 0.
Con esta victoria, los albiverdes llegaron a 31 puntos y extendieron su ventaja a ocho puntos, ya que Defenso
res del Carmen cayó ante Petrolero y quedó con 23 puntos, al igual que los celestes de la calle Alberdi.


El clásico

Fue un partido muy parejo que tuvo a los dos equipos jugando buen fútbol y siempre tratando de jugar con la pelota a ras del piso para crear situaciones de gol.
Sin embargo, el Boxing encontró el gol en los primeros minutos de juego, con un verdadero golazo de Darío Ávila, que jugó como volante central reemplazando al lesionado, Gustavo Díaz.

Con ese tempranero gol y el viento a favor en la primera mitad, el conjunto de Juan Carlos Gargaglione jugó tranquilo ante un rival que trataba de llegar al empate por varios sectores de la cancha.
Julián Ojeda era el hombre más peligroso del Boxing, pero se lucía más la defensa que mantenía una dura lucha con los delanteros de Hispano que buscaban por todos los medios la igualdad.
Raúl Becerra, Mario Triviño y Lucho Suárez intercambiaban posiciones para desequilibrar, pero les faltaba la estocada final.
El primer tiempo se fue sin muchas chances de peligro, pero con dos equipos decididos a jugar bien al fútbol, haciendo honor a la historia de ambas instituciones.
Un primer tiempo muy parejo que sólo encontró la diferencia en el disparo de gran calidad de Darío Ávila.

El complemento

La segunda mitad tuvo a Hispano como claro animador en los primeros minutos, ya que los celestes salieron decididos a jugarse todo por el empate, mientras que el Boxing no encontraba su juego habitual, con un Mariano Matus que nunca apareció en todo su esplendor.
Paul “Piñón” Arabel se tornaba incontenible para la defensa albiverde y por allí llegaban las jugadas más claras para Hispano que también tuvo varios tiros libres a favor y con peligro, pero fallaron en la puntería.

La seguridad del arquero local también era una tranquilidad para el Boxing que aguantaba con un poco de nervios, pero sin volverse loco. Como esperando que el mejor momento de Hispano pasara…
Pasando los 30 minutos de juego, el partido seguía siendo bien jugado por ambos equipos y las situaciones estaban en ambos arcos, pero no hubo contundencia.

El cierre del partido llegó recién a pocos minutos del final, cuando Hispano se fue con todo al ataque, dejando indefenso su arco.
Esto fue aprovechado por Mariano Matus que se escapó para quedar mano a mano con el arquero y fue derribado dentro del área. Luego fue Daniel Toledo quien cambió penal por gol para sentenciar el juego, ya que Hispano había sufrido las expulsiones de Oscar Ulloa y Jorge Olguín.
Ya plantado de contraataque, los albiverdes tuvieron algunas situaciones más, mientras que Hispano iba como podía, con mucho amor propio, pero golpeado por los dos goles recibidos.

El clásico fue para el Boxing, pero todos los presentes vieron que cualquiera de los dos podría haber sido el ganador.
Es por eso que ayer ganó el fútbol.
Porque las instituciones con más historia en nuestra ciudad demostraron que juegan bien al fútbol, que tienen jugadores con mucho futuro y que van en contra de la violencia, a pesar de toda la presión que tenían por ganar ayer por la noche.
Además, más de 800 personas le dieron el marco ideal a un partidazo que fue un ejemplo en todo sentido para lo que quiere lograr la liga.
Que la gente vuelva a las canchas y que los espectáculos sean dignos de presenciar.

Para Hispano queda el sabor amargo de la derrota, pero también la tranquilidad de que se dejó todo y que la victoria también podría haber sido de ellos. Tendrán otra oportunidad en la segunda ronda.
Para el Boxing, la alegría es total porque cerraron un año fantástico que al cierre de esta edición se completaba con un asado de fin de año. Luego de las fiestas, deberán pensar en el Torneo del Interior, donde se enfrentarán tarde o temprano con equipos muy poderosos que les exigirán tanto como lo hizo Hispano Ayer.

El clásico fue una fiesta, señores. Una fiesta que tuvo como ganador al Boxing, pero que debe dejar contentos a todos porque ayer ganó el fútbol y ojalá este sea el primer paso de una resurrección total para que las épocas de gloria regresen a Río Gallegos.