A medida que uno va conociendo diputados, concejales y todo tipo de funcionarios, piensa que ya nada lo puede sorprender. Pero la triste realidad indica que siempre lo pueden hacer y de unas formas increíbles.Como ya es de público conocimiento, Sorpresa y Media tiene colaboradores en cada rincón donde se practique deportes o donde se hable de ello.
Y en este caso la historia tiene que ver con una charla que mantuvieron hace ya varias semanas el presidente de la Liga de Fútbol Sur, Pablo Perea, con la presidenta de la Honorable Cámara de Diputados, Judith Fortsman.
Al parecer, en medio de la posibilidad de que se pueda llegar a tratar el proyecto para que Santa Cruz tenga de una buena vez la Ley del Deporte, el presidente de la Liga de Fútbol intentó hablar con algunos diputados para convencerlos de la importancia de la ley.
Y en medio de todo eso, a la poca suerte que tuvo Pablo Perea, hay que agregar un diálogo con Judith Fortsman, a quien Perea la habría contado muchas cosas de las que pasan y otros tantos problemas que se solucionarían con la ley.
Pero lo más triste del caso llegó cuando Perea terminó de explicarle todo a Judith, quien se despachó con una pregunta increíble: “¿Pero acá hay dirigentes deportivos?”
Sí, sí, realmente increíble, pero real. La señora Judith Fortsman, que no es una ciudadana común y corriente, y que mucho podría hacer por el deporte de Santa Cruz, demostró con su pregunta que no tiene la más pálida idea de nada que tenga que ver con deporte y piensa que el mismo subsiste por el trabajo de los mismos deportistas, ignorando el trabajo de cientos de personas que hacen el trabajo de dirigentes.
La ignorancia mata y lamentablemente el Gobierno y la Cámara de Diputados están llenos de funcionarios que ignoran totalmente los beneficios del deporte como cultura de una sociedad.
Lamentablemente, la aprobación del proyecto para tener Ley del Deporte depende de personas como Judith Fortsman, que parecen entender tanto de deportes como Sorpresa y Media de arte culinario. Felicitaciones, Judith, sos una de esas.
Una vergüenza.
