6 de marzo de 2007

La experiencia de Lucas Hernández en Independiente

Un joven arquero del Boxing Club tuvo la oportunidad de probarse en Independiente, tras destacarse en el fútbol local con la camiseta del Boxing. Finalmente no fue fichado, pero quedaron las puertas abiertas para una nueva oportunidad.

Entre la gran cantidad de jugadores de divisiones juveniles que tiene Río Gallegos, hay uno que se destaca desde hace un tiempo y se trata de Lucas Hernández, arquerito de la cuarta Boxing Club.
Con 17 años, Lucas ya alterna en el banco de suplentes de Primera División e incluso viajó con el plantel en el presente Torneo del Interior hacia Río Grande y El Calafate.
Campeón con el Boxing en Sexta y Quinta división, el joven Hernández dialogó con Tiempo Sur para contar su experiencia durante una reciente prueba que tuvo en el Club Atlético Independiente. El mismo en el que hoy es arquero de Primera Oscar Ustari.
Lucas pudo probarse en Independiente porque su padre tiene contacto con Oscar Nieva, que es el encargado de las peñas en el interior.
Ellos se hicieron amigos y allí surgió la posibilidad para este prometedor arquero. “Ahí fui con mi viejo, pero desgraciadamente, por ser la primera vez que me pruebo en un equipo y encima un club tan grande, me comieron los nervios”, confesó Lucas.

Complicado

Claro que, antes de la prueba, debió afrontar varias complicaciones. Junto a su padre llegaron a Buenos Aires el domingo a la madrugada, como a la 1:30 y al hotel recién arribaron a las dos y media, porque no había taxis.
“Fue por eso que me acosté como a las tres, sabiendo que a las siete tenía que levantarme para desayunar y a las 8:30 tenia el entrenamiento. No me pude dormir de los nervios y descansé mal”, aseguró Hernández.
Con pocas horas de sueño, llegó hasta el predio de Villa Dominico, habló con el encargado y él lo llevo con “Pepe” Santero, quien le indicó que haga una entrada en calor con otro arquero de su categoría (categoría ‘89) que era de Castelar que igual estaba a prueba.
Luego de hacer un entrenamiento con los jugadores que ya estaban ahí, que ya eran del club, llegó el momento del partido que también fue relatado por el protagonista de esta historia.
“En el partido me puse nervioso de entrada porque mi defensa no era la mejor (todos los jugadores estaban a prueba) y me hicieron un gol de entrada que lo podría haber atajado. En otra salí mal con los puños y ahí ya me había bajoneado. Después tapé dos o tres mano a mano muy buenos, pero no sirvió.”
Lucas indicó que el técnico, Borelli, le dijo que no había posibilidades porque le faltaba un poco de físico, pero que la técnica la tenía y lo veía bien, pero que se dio cuenta desde un principio que estaba nervioso.
“Me dijo que siga dándole para adelante, que cuando esté bien físicamente iba a tener las puertas abiertas para una nueva prueba”, contó.
Las posibilidades tampoco eran muchas porque el tercer o cuarto arquero del plantel profesional igual es categoría ‘89. “Lo conocí en el predio y es mucho más alto que yo y con un físico más imponente”, tiró Lucas.

La vuelta

Con la experiencia vivida, el arquerito regresó a nuestra ciudad, donde fue recibido por gente del club que lo banca a muerte.
“Yo lo tomé bien, estuve bajoneado un poco esos días, pero cuando le conté a un par de amigos me dieron su apoyo. Mis amigos en el fútbol son: “Tito” Velásquez, “Maxi” Díaz, Cristian Gironi y Claudio Garay. Ellos siempre me dieron su apoyo”, afirmó.
Más adelante, Lucas dijo que notó muchas diferencias entre nuestro fútbol y el mundo Independiente.
Comentó que notó mucha distancia “principalmente en lo físico. Allá es otro mundo. Está todo muy bien organizado. No digo que acá no, pero allá es otro mundo. Cuando llegué, todos los jugadores pasaban a buscar su ropa ya lista de la pensión y, además, en los entrenamientos no te dejan tomar agua o algo hasta que termina o cuando el preparador físico da descanso.”

Su otro gran amor

Lucas tiene dos grandes amores futbolísticos. Independiente a nivel nacional y el Boxing a nivel local.
Es por eso que desea profundamente que el Boxing siga subiendo hasta primera profesional. En el torneo local, ve muy bien porque están muy bien en la tabla y en el argentino también pasa algo similar.
Pero él también tiene sueños a nivel personal y no dudó en comentarlos.
“Mi sueño es algún día llegar a jugar en Independiente, aunque no creo que se de, porque el año que viene me voy a estudiar a La Plata. Depende de mis ganas, me probaré en algún club y me voy a decidir por el fútbol o el estudio.”
A nivel local, dijo que le gustaría que el Boxing llegue lo más lejos posible porque lo merece el plantel, porque está trabajando a full, con todas las ganas, con un buen técnico, un buen ayudante como “Tito” Velásquez, para quien dedicó un párrafo aparte.
“El siempre está en todos los detalles con los chicos. Es más, el día que yo me iba, me pasó vendas porque las mías las tenía un compañero. El siempre me bancó en todo, hasta en llevarme a veces en los viajes de Primera”.
Por estos días, Lucas Hernández es el tercer arquero de la Primera en el Torneo del Interior y cuarto en el torneo local. “Ojalá se me de algún día atajar en Primera acá. Para eso voy a seguir entrenando tanto en Cuarta (mi categoría) como con Primera. Como dicen todos, lo que cuesta es llegar pero cuesta más mantenerse”, aseguró con mucha convicción.
Sobre el final, Lucas tuvo un pedido muy especial, imposible de no cumplir. Y se trata de un saludo para su mamá. “Quiero desearle un feliz cumpleaños a mi mamá, Ana, por su cumpleaños que es hoy (por ayer).