5 de marzo de 2007

Un paso atrás

A poco menos de dos semanas de que comience una nueva edición de la Liga Patagónica de Básquet, hay que decir que las novedades no son muy esperanzadoras para quienes esperan ver una zona siete competitiva, como la de años anteriores.
Pirincho Perdigués de Río Turbio ya no estará y los equipos de Tierra del Fuego recién ingresarán a la competencia en la segunda rueda, por lo que sus lugares serán tomados por Amigos del Básquet y Deportivo Municipal de Caleta, más Analá Sport de Pico Truncado.

La zona se completa con Deseado Juniors de Puerto Deseado, más Hispano y Boxing de Río Gallegos.

Y acá viene lo peor, porque ya es de público conocimiento la decisión del Boxing que apuesta todo a formar juveniles, por lo que tendrá un equipo menos competitivo que en años anteriores.

Pero, hasta el momento, Hispano no está mucho menor. Porque contrató a dos ex Boxing como Claudio “Monono” Aguilar y Pablo González, pero junto a ellos hasta ahora sólo están Mariano Bertinat y Nicolás Gutiérrez que todavía no están entrenando.

Germán Juárez no llegará al club de la calle Alberdi y Alfredo Ganami podría llegar cuando la competencia ya esté iniciada, al igual que el base Marcos Gómez que se encuentra jugando Liga “B” con Deseado Juniors de Puerto Deseado.

Menos nivel

Pase lo que pase, hay algo que está claro y es que Hispano y Boxing han decidido marchar por el camino de la extrema austeridad económica en este 2007 y jugarán la quinta edición con equipos claramente menos competitivos que en el 2006. Prueba de esto es que, hasta el momento, no llegó ningún refuerzo de calidad desde el norte del país.
La no contratación de jugadores profesionales con experiencia en Liga “B” o TNA, confirma de antemano que la liga este año tendrá una zona siete muy devaluada, a la que habrá que acostumbrarse y aceptarla, pero sabiendo que todo esto va en contra del espectáculo tomándolo como algo competitivo.

Atrás quedaron los tiempos en que Boxing e Hispano intentaban sorprenderse mutuamente con refuerzos de mucho nivel. Hoy están dispuestos a arreglarse con lo que haya. Y esto que vemos, es lo que hay. Lo que no significa que sea malo, pero nunca será ni parecido a lo que supo haber.
Cada uno con lo suyo.
Si la idea es darle minutos a los jóvenes locales, todo bien. Pero está claro que, en lo competitivo, Río Gallegos da un claro paso atrás y el nivel de los partidos lo confirmará tarde o temprano.