Dentro de poco más de un mes comenzará una nueva edición de la Liga Patagónica de Básquet y las novedades para los equipos de nuestra provincia no son los mejores con la excepción de un conjunto del interior: la Escuela Pirincho Perdigués de Río Turbio.
A diferencia de Hispano y Boxing que aún no saben bien que será de su vida (en el mejor de los casos armarán un equipo medianamente competitivo), le gente de Río Turbio está de parabienes porque en la cuarta edición de la competencia patagónica tendrán un nuevo objetivo: ascender a la Liga “B”.
¿Cómo es posible que un equipo del interior de la provincia logre algo que no pueden Hispano y Boxing? Primero y principal, porque a dirigentes celestes y albiverdes no les interesa para nada formar equipos que luchen por el ascenso en este 2006, por lo que sólo harán un pequeñísimo esfuerzo para participar…y nada más (una lástima y una vergüenza para el deporte de la provincia).
Segundo, y acá viene lo más importante, porque Pirincho Perdigués cuenta con un hincha muy apasionado de este deporte y que casualmente es quien maneja el presupuesto del deporte santacruceño.
Se trata del subsecretario de Deportes, Amado Carrizo, quien junto a un par de funcionarios más le está dando una gran mano al equipo de donde es oriundo para que este año vaya por el ascenso en la Liga Patagónica.
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“La manito” incluye un apoyo suficiente como para que Pirincho Perdigués participe en la cuarta edición de la liga, pero además es dinero suficiente como para que ya se hayan asegurado seis refuerzos de gran calidad y con posibilidades de que se sumen un par más.
“Esto ya es demasiado”, dicen quienes conocen profundamente la historia del apoyo de la Subsecretaría al conjunto de Río Turbio que tan buena temporada completara en el 2005, siendo el mejor equipo de toda la provincia.
Lo cierto es que Amado y sus muchachos quieren aprovechar el bajón del Boxing para poner a su equipo en lo más alto de la Patagonia cueste lo que cueste. La pregunta es: ¿El fin justifica los medios, muchachos?
PD: En la foto podés ver a Ramón Lafuente cuando era técnico en la escuela. ¿Qué tul?