11 de febrero de 2006

Se busca con urgencia al sucesor de Bancruz

Aunque nos duela decirlo, todo indica que este 2006 será igual o peor que el 2005 en materia estrictamente deportiva, dejando de lado todo lo que tiene que ver con infraestructura.
En cuanto al fútbol, por ejemplo, los gestos del Gobierno para con los clubes más preparados para afrontar un torneo de ascenso como Bancruz e Independiente, ya aseguran que será muy difícil volver a ver algún conjunto local participando en un Torneo Argentino “B” (la cuarta categoría del fútbol argentino).
La única posibilidad parece ser la del Boxing Club que hoy cuenta con todo el apoyo del Gobierno Nacional para tener le mejor infraestructura, pero que hasta el momento no presenta un proyecto como parar formar un plantel profesional o semiprofesional.
Al menos, es lo que está a la vista con un plantel extremadamente reducido que afronta el Torneo del Interior y en el cual muchos jugadores no están en su mejor forma física por haberse ido de vacaciones durante la pretemporada, más otros tantos que viven un momento irregular por sus salidas nocturnas (el plantel no concentra la noche anterior).
Algo bastante curioso, pero no imposible teniendo en cuenta que el club no les paga ni un mísero centavo como para que los jugadores tomen un poco de conciencia de la oportunidad que tienen al frente y den lo mejor de sí para el equipo.
El club que tomó el lugar de Independiente en el torneo, tampoco trajo refuerzos rentados que hagan la diferencia en partidos donde se necesita ese salto de calidad que no parece estar ente los locales, con escasas excepciones.


Así no se puede

Entonces, si la única posibilidad es la del Boxing, deberán cambiar muchas cosas porque en dicho club sólo sueñan con llegar a jugar un Argentino “B” con los chicos de inferiores, dejando de lado otros factores fundamentales. Nadie niega que en la institución albiverde hay grandes valores a futuro, pero la historia demuestra que sólo con eso no se puede llegar a ningún lado.
Y mucho menos teniendo en cuenta que en esta zona del país, la mayoría de los jóvenes emigran indefectiblemente hacia el norte para continuar sus estudios a los 18 años. Teniendo en cuenta este pequeño gran detalle, el proyecto del Boxing de jugar algo importante sólo con sus inferiores, corre un riesgo inminente.
El problema es que no parece haber un plan “B”. Uno que diga: “Bueno, vamos a armar un buen plantel rentado con un sueldo mínimo para que haga de base a los chicos que vienen desde abajo y a sumarle tres o cuatro jugadores de afuera que hagan la diferencia para pelear algo importante”.
Por ahora, el Boxing juega a sumar experiencia, mirando el futuro con la incertidumbre lógica que tendría cualquiera que ve crecer a su club de un día para el otro con una cancha de césped y unas tribunas que no tardarán tanto en llegar para completar un fenomenal estadio.
La idea de apostar a las divisiones formativas no es para nada mala. Al contrario, pero esa parece ser sólo una pata de la mesa que, si no es bien acompañada, caerá sin duda alguna. Los máximos dirigentes del Boxing tendrán que comprender que en el fútbol de hoy no se pueden lograr grandes cosas sin tener un proyecto medianamente profesional; algo que hoy todavía no parece estar discusión.
Hoy por hoy, el Boxing es el club que recibe todo el apoyo, pero también el que recibirá toda la presión de encaminarse para lograr algo importante. Ojalá lo hagan para demostrar que todo lo que se está construyendo no es sólo para beneficio de unos pocos.