13 de abril de 2008

CARTA DE UN NIÑO A SUS PADRES

A continuación, repreoducimos algo interesante que sirve para reflexionar y que está difundiendo prensa de la Asociación de Ciclismo de Santa Cruz.

"En estos días en que exigimos tanto a nuestros chicos y chicas, en cualquier disciplina deportiva, es posible realizar un parate para reflexionar sobre nuestra tarea como padres, educadores, dirigentes. Inclinar la balanza hacia la armonía y no perjudicar a nuestros hijos."

Carta de un niño a sus padres

A mis padres, a mis profesores, a mis entrenadores, a mis mayores...

Sé lo que todo ustedes me quieren. Cada uno me lo demuestra en todo momento y en todas partes y en honor a ese cariño que me brindan y que yo también siento hacia ustedes, quiero que me den la posibilidad de crecer de la manera más pura y más simple que pueda.

Déjenme jugar con la alegría que represento. Déjenme ser el niño que a mi me gusta ser.

No pretendan que logre cosas que tal vez sean importantes, pero para otro momento, y que buscarlas ahora representa perder otras que para mi hoy son más importantes.

Déjenme vivir con la edad que realmente tengo, pues solo pasa una vez por la vida. Y no planifiquen tanto con mi vida, ni con mi persona.

Tampoco se desesperen por mis derrotas pues el dolor que me produce perder termina un instante después y ya ni me acuerdo, enseguida vuelvo a sentir alegría por correr (o jugar) y divertirme.

No busquen triunfos a través mío, ni pretendan que yo sea como ustedes fueron o no pudieron ser. Soy un niño y quiero serlo.

A mis padres, gracias por elegir este Club, donde haré tantos buenos amigos y también gracias a mis entrenadores que me educan para que llegue a ser un buen deportista.

A veces noto que sufren al costado del circuito (o la cancha) cuando corro (o juego), no me gusta que sea así, pues en ese momento soy feliz.

Estoy corriendo (jugando), y desde adentro pareciera que ustedes, los de afuera, compitieran por mí, que tuvieran celos y que sufrieran por el triunfo que no llega o la estrategia esperada que no puedo en ese momento brindarles.

Si me dieran tiempo entenderían que en esta etapa tiene que ser así, que en el deporte como en la vida todo tiene su tiempo, seguramente un día podré dárselos.

Por favor... Déjenme correr (o jugar) sin presiones, sin retos, sin tantas correcciones, sin verlos preocupados, discutiendo y hasta a veces peleando por mi...

Por favor... dejen que corra, que juegue, que me divierta, que sea feliz.

Soy un niño, no lo olviden.

Soy un niño... y solo una vez en la vida.

Autor anónimo
Fuente: Prensa ACSC – Graciela Coli