6 de febrero de 2007

La política deportiva no es un tema menor

Con el comienzo de un año, revive la polémica sobre el funcionamiento de la política deportiva en nuestra provincia, con urgencias por atender, infraestructura por concretar de una vez por todas y proyectos necesarios para sentar las bases.

Las gestiones de la política deportiva en Santa Cruz en los últimos años es un claro producto de pensar que una política deportiva es un "tema menor".
Esto es así hasta que llega el momento en que mostrarse junto a un campeón provincial o un gran atleta se transforma en un tema mayor que dura, claro, sólo lo que la foto. Es que para muchos no importa la política deportiva, sino hacer política con el deporte.
Ahora bien, no siempre el Estado provincial atiende el deporte como lo que es, una demanda social espontánea y tan extendida.
Una política deportiva orientada a resultados amplios, estables y constantes (y no sólo a medallas excepcionales de vez en cuando) va mucho más allá del asistencialismo a atletas o entidades deportivas.
Pasa por usar inteligentemente los recursos del Estado antes que por su torpe y errático dispendio.
Una buena política deportiva es crear las condiciones de base para el desarrollo autónomo del sector a través de la modernización de la infraestructura deportiva básica y la gestión planificada a largo plazo.

Más de lo mismo

En Santa Cruz, la falta de infraestructura deportiva es alarmante. Y el Gobierno parece haber tomado nota de las necesidades, firmando decretos para la construcción de obras, pero el problema es la gran burocracia con la que se maneja la construcción de dichas obras.
El ejemplo es claro. El Gobierno firmó subsidios para construir la sede y las canchas para Maca Tobiano Rugby Club en dos ocasiones y la promesa política para este deporte espera en un escritorio desde mediados del 2003 y aún no hay novedades del comienzo de la obra. Ni hablar del final de la misma.
Algo muy similar ocurre con la obra en la cancha de Defensores del Carmen, donde se juega la gran mayoría de los partidos del fútbol local.
Se firmó un convenio en el 2004 y nada ocurrió, por lo que en el 2005 se reafirmó el compromiso, pero tampoco hubo hechos cristalizados.
Paso el 2006 y nuevamente se prometió la obra que hoy tampoco tiene señales de comenzar, aunque ya se realizó la licitación.
Por lo antecedentes anteriormente mencionados, uno no puede asegurar que las obras se concreten. Pero, de hacerlo, será con la ya tradicional y peligrosa burocracia que ya es una característica de quienes manejan el tema.
Otra hipótesis no menos alarmante, presume que las obras comenzarán con grandes actos políticos ya mucho más cerca de las elecciones de octubre. El único motivo por el cual el Gobierno provincial se puede acordar tanto del deporte. Todo por un voto.

OTRAS URGENCIAS

No hay posibilidad de grandes logros deportivos sin un CePARD tecnológica y permanentemente actualizado. Y esa es otra urgencia para atender en Santa Cruz.
Claro que con el CePARD sólo no alcanza. Es necesario un presupuesto adecuado para que nuestros deportistas compitan en todos los rincones de la provincia y el país, y que sus actuaciones sean un ejemplo para las nuevas generaciones. Pero en Santa Cruz, Deportes ocupa el 0,4 por ciento del presupuesto total.
También es necesario el soporte de la medicina del deporte y de otras ciencias conexas. Y becas de apoyo no sólo estatales. Pero, por sobre todas las cosas, el talento, la energía y el esfuerzo de nuestros deportistas.
Sepamos, también, que una política deportiva tiene frutos recién después de diez años de implementación estable y sostenida.
Estamos en un punto de inflexión: o permitimos que las nuevas camadas se nutran del ejemplo de quienes son hoy sus referentes para que, en la década siguiente, sean los nuevos protagonistas del deporte nacional, o dejamos que se destruya lo poco que tenemos si nuestros dirigentes políticos no tienen conciencia de la trascendencia social, económica y política que hoy tiene el deporte para San ta Cruz.