La crisis institucional en el Boxing Club continúa como si nada, mientras las pocas autoridades que tiene la Comisión Directiva, no hace nada por cambiar el rumbo de esta historia que aún tiene muchos capítulos por vivir.
En este caso, se vieron perjudicados los empleados que trabajaban en la sala de musculación y que fueron despedidos por no aceptar el requisito obligatorio que impuso la Comisión desde este mes: transformarse en monotributistas.
El grupo de empleados se quedó sin trabajo por no aceptar el insólito requisito y ahora dan sus primeros pasos para iniciar las acciones legales correspondientes.
Estos no son los primeros ex empleados que le inician juicio al club que acumula acciones legales en sus escritorios sin hacerse demasiado problema.
Hoy por hoy, el club está manejado por Sixto Robles, quien toma las decisiones más importantes ante cada uno de los habituales viajes a Buenos Aires por parte del presidente de la institución, Mario Braccalenti.
Parece que la intimidación es la modalidad elegida últimamente por la Comisión Directiva, aún sabiendo que se acercan las elecciones y que más de 300 socios ya dejaron el club por estar disconformes con la política deportiva que se desarrolla en el club.