27 de mayo de 2006

Un nuevo “apriete” del Gobierno

A pesar de que este weblog suele informarte acerca de la realidad del deporte provincial, no podemos dejar de contarte algunas historias que merecen ser rechazadas masivamente por todos los habitantes de Santa Cruz.
Mucho menos si se trata de un nuevo apriete del Gobierno para con la prensa de esta provincia que está cada vez más limitada a la hora de dar a conocer lo malos pasos que da el actual Gobierno de Santa Cruz.
Todos sabemos de lo impresentable que es la gestión encabezada por el vicegobernador a cargo del Ejecutivo, de Santa Cruz, Carlos Sancho. Pero la última que se le ocurrió a este señor es realmente impresentable, triste y totalmente repudiable: intentar por todos los medios, censurar a la prensa que no sólo informa lo lindo de la historia que se escribe cada día en nuestra provincia.
Primero, el apriete fue contra la empresa La Opinión Austral – LU12, para que levantaran del aire al programa radial “Séptimo día”, amenazando con quitar la publicidad oficial (que ronda los 28 mil pesos mensuales) si esto no ocurría.
Por lo que la propietaria del medio, Mabel Segovia, optó por levantar el programa que conducía Héctor Baravino y quedarse con la publicidad, aún sabiendo que perdía confianza ante la gente y que todo el mundo sabe que si te dejás “apretar” una vez, seguramente llegarán otras tantas después.

La nueva

Con la jugada concretada a la perfección, el Gobierno fue por su segunda víctima: el programa “La Parada” que se emite por Tiempo FM y es quizás la transmisión radial más escuchada, donde siempre se marcaron los errores de nuestros funcionarios.

Como no podía ser de otra manera, Carlos Sancho le solicitó a los dueños de la empresa Tiempo Sur –Tiempo FM que levanten del aire a dicho programa, nuevamente amenazando con retirar la publicidad oficial si no lo hacían.
Cosa que finalmente sucedió cuando el programa “La Parada” siguió saliendo al aire durante la semana que finalizó.
Sí, señores. Este Gobierno no tiene límites y es capaz de cualquier cosa para perseguir y eliminar a quienes se aventuren a criticarlo. La cuestión se magnifica si uno tiene en cuenta que estos hechos se repiten en otras tantas provincias del país y, por supuesto, en la capital del país, donde ya nadie que critique a la gestión Kirchner está seguro.
Quién sabe quienes serán los próximos y qué pasará con quienes sigan informando lo que no quiere este Gobierno intolerable, autoritario e impresentable que utiliza la publicidad oficial para comprar o eliminar a quienes se les interpongan en el camino.