En los primeros días de noviembre, se realizará une nueva edición de los Juegos de la Araucanía, donde volverá a estar presente Santa Cruz con una importante delegación que ya cuenta con meses de entrenamientos y llegaría en óptimas condiciones a un nuevo desafío.
No, perdón, me confundí. Eso es lo que debería estar pasando, pero no ocurre. La realidad es otra y lo único de cierto en el primer párrafo es que los Juegos de la Araucanía serán a principios de noviembre.
Mientras en otras provincias se presenta ante la prensa a todos los técnicos que entrenarán a cada disciplina para los juegos, en Santa Cruz no pasa nada; está todo estancado y se debe a que el Ministerio de Gobierno aún no ha aprobado el presupuesto correspondiente al 2006 para que la Subsecretaría de Recreación y Deportes maneje, o al menos coordine, con vistas a los Juegos de la Araucanía.
Sin un presupuesto base, la gente de la Subsecretaría no puede contratar a ningún técnico porque no sabe cuanto les podrá pagar y entonces el proceso previo de preparación a los juegos sigue estando totalmente parado.
No se ha presentado oficialmente a ningún técnico como sí se ha hecho en otras provincias y no se está realizando el trabajo que ya debería estar avanzado si es que nuestra provincia no quiere repetir el decepcionante noveno puesto ocupado el año pasado y el anterior entre once delegaciones.
Es cierto que se han llevado a cabo algunas concentraciones, pero eso está muy lejos de ser la preparación ideal para la competencia de alto rendimiento más importante del año para nuestros deportistas.
Lo peor es que lo único que se puede hacer, es esperar a que el Ministerio de digne a aprobar la partida presupuestaria para trabajar de cara a los juegos y para lograr concretar otros proyectos que quedaron en la nada porque después los que ponen la cara son los jugadores que son derrotados sin piedad en los juegos binacionales.