20 de mayo de 2006

¿No es hora de dar explicaciones?

La pregunta esta vez va para quienes dirigen la política deportiva de nuestra provincia.
Y surge en esto que notamos en la gran mayoría de nuestra comunidad: pocos, pero muy pocos, saben a ciencia cierta lo que ocurre en la Subsecretaría de Recreación y Deportes o el destino final de los convenios que firma el Gobierno con diferentes instituciones deportivas (no sólo se firman para el fútbol).

En realidad, atravesamos por un año en el cual muy pocas cosas parecen estar claras y una de ellas indica que, definitivamente, en el balance final, este no será un buen año.
A menos que, así como por arte de magia, las autoridades del Ministerio de Gobierno reaccionen y confirmen detalladamente y oficialmente un presupuesto básico e importante como para que se puedan llevar a cabo los pocos proyectos deportivos que estaban previstos para este 2006, como los Juegos Evita, los Juegos de la Araucanía y algún otro que tiene que ver con la contención social de cierta parte de nuestra población.
A tanto hemos llegado, tan mal estamos, que sólo pedimos lo básico e imprescindible como para seguir transitando, de a poquito, un camino en el que otras provincias nos llevan miles de kilómetros de ventaja.
Y nos llevan tanta ventaja porque se hacen las cosas en serio. Porque gobiernos como el de Chubut tiene una planificación de política deportiva que es la envidia del resto de las provincias del país.
Porque tienen gente que no sólo ama el deporte, sino que tiene una capacidad poco común para llevar adelante proyectos que requieren de mucho orden y también mucha honestidad.

Hora de empezar

También está claro que esto requiere un trabajo de años y no llega de un día para el otro, pero ya es hora de ir comenzando porque la triste realidad marca que cada vez estamos peor. Que la Subsecretaría le brinda migajas de “asistencialismo” a cada deporte y con eso mantiene contentos (o al menos conforme) a la mayoría.
Que el Gobierno también parece callar a muchos con otras pocas migajas para construir un par de vestuarios o concretar algún “viajecito”, en lugar de colaborar seriamente con una verdadera planificación de política deportiva que nos permita salir adelante. Que nos permita salir de este poso que nos tiene como una de las provincias más pobres en cuanto a infraestructura deportiva y resultados a nivel competitivo.
Y lo peor de todo es que, en medio de esta crisis sin precedentes, nadie da la cara. Nadie ofrece explicaciones de ningún tipo y todos siguen haciendo lo que se les da la gana.
El jueves por la tarde, en el programa “La mañana” que se emite por Canal 2, apareció como invitado el subsecretario, Amado Carrizo, por lo que me detuve a mirar y escuchar con toda la ilusión de observar como el funcionario daba explicaciones por el presente que tenemos, pero nada de eso ocurrió.
El periodista Luis Potel le preguntó lo básico de lo básico y la verdad es que tampoco se podía esperar demasiado porque no es un colega especializado en deportes, por lo que aún no sé si está enterado de todo lo que estamos viviendo.
Hablaron de los Juegos Evita que, mientras en otras provincias ya están a pleno, aquí recién se planifican las reuniones organizativas, según lo expresó el subsecretario en la entrevista. Una vergüenza.
Luego sí llegó una pregunta imposible de obviar y el periodista le consultó a Amado Carrizo por la falta de infraestructura deportiva, pero el “subse” lo gambeteó casi como si fuera el mismísimo Messi y terminó yéndose por las ramas para terminar hablando de la obesidad infantil y el sedentarismo. "Lucho" Potel optó por no repreguntar y el tema quedó en la nada, por lo que Carrizo tampoco dio explicaciones, ni informó acerca de ningún proyecto. Pasó la entrevista, no se habló de nada y las explicaciones siguen sin aparecer...
Desde la Subsecretaría hasta parecen estar contentos por no manejar plata y sacarse algunas presiones de encima y desde el Ministerio nadie es capaz de dar la cara para explicar que será de la vida deportiva de nuestra provincia que está inmersa en una crisis que parece no tener fin y a la que parecemos estar acostumbrándonos. Bravo, muchachos. Sigan así ustedes…