Obviamente, la autocrítica debe ser dura porque de lo contrario nos conformaríamos con ubicarnos siempre entre los peores y lejos de los primeros puestos.
Una de las disciplinas que no logró alcanzar los objetivos deseados fue la de Judo, dirigida técnicamente por el III Dan, profesor nacional de Judo y árbitro sudamericano, Alejandro Chinchilla.
A diferencia de años anteriores, donde se obtuvieron posiciones importantes con destacadas actuaciones, el judo ocupó el último lugar en los juegos del 2005 y se despidió temprano del sueño araucano.
Ante las críticas recibidas por medios de comunicación y también de este weblog, el maestro Chinchilla nos envió un mail, donde defiende su trayectoria al frente de la selección de judo y también hace una autocrítica de los últimos juegos a los que describe como “nefastos”.
Chinchilla explica que es la primera vez que el Judo viene con las manos vacías y muestra su enojo diciendo que se lo criticó “a boca de jarro” y sin saber de la trayectoria del técnico del equipo de Judo y los logros de sus dirigidos. Aquí hay que la opinión del maestro, pero también aclarar que ninguna trayectoria puede exceptuar a un técnico de una dura crítica ante un último puesto en los juegos.
Más adelante, Alejandro agregó que vale el defenderse ante la comunidad deportiva; “porque con 30 años de trabajo en ésta ciudad, el Judo se ha ganado su lugar de prestigio a fuerza de trabajo y sudor”.
Luego llegan más detalles, en realidad conocidos por muchos, que confirman el poco apoyo que tienen la gran parte de los deportes en nuestra provincia, por no decir todos. El técnico de la selección aseguró: “Toda nuestra vida hemos trabajado solos, con aportes esporádicos de empresas privadas, los padres, la Municipalidad de nuestra ciudad y la gestión anterior de la Subsecretaría de Deportes. Con la llegada del Sr. Amado Carrizo vimos una pequeña luz al final del túnel. Recibimos el apoyo que merecíamos y los resultados no nos acompañaron”.
"No es justo"
Además piensa que no es justo que las cabezas de los técnicos (y no solamente el de judo) rueden por falta de resultados; que se entienda bien, resultados. “En 2005 trabajamos muchísimo, y hablo por el cuerpo de profesores del CePARD, que se dedicaron afanosamente a cada uno de los chicos de todos los deportes incluidos en los JJAA; los técnicos, los de limpieza, los cocineros, los del albergue, los padres; hubo muchísima gente atrás que no se merecía la indiferencia y la crítica despiadada de algunos. Está bien, retrocedimos respecto de años anteriores, pero nadie puede negar que hicimos todo el esfuerzo posible por llegar al punto óptimo de rendimiento”.
Tal como debe ocurrir, luego de los Juegos de la Araucanía, Chinchilla asevera que ha “realizado una autocrítica ante las autoridades que correspondían en su momento y siempre me he hecho cargo de mis errores y mis aciertos. Araucanía es un desafío vigente desde el año 1998 y lo es más aún desde el nefasto Chubut 2005. Todos podemos opinar, inclusive los que estuvimos al frente de equipos representativos; algunos no hemos tenido la oportunidad de defendernos; no recuerdo que algún periodista de los medios Santacruceños haya ido a cubrir la sede de Judo, salvo el canal oficial”.