31 de enero de 2007

Conociéndolos más: Hernández y Gargaglione, detrás de la línea de cal

Son los encargados de delinear la formación que cada domingo saldrá al campo de juego: Carlos Hernández, entrenador de Real Madrid, y Juan Carlos Gargaglione, director técnico de Boxing Club, de Río Gallegos.

Aunque en un principio se pensaba que el conjunto santacruceño era «el cuco» de la zona 34, en la práctica parece no ser así. «Después de unas charlas nos enteramos que están en una etapa de cambio, pero no dejan de tener experiencia y saben lo que hacen. Nosotros, en cambio, recién estamos empezando, no hay que volverse loco, hay que tener mucha prudencia y redoblar los esfuerzos», indicó Hernández, tras el 2-0 que sus muchachos le endosaron el pasado domingo a los visitantes, por la segunda fecha del Torneo del Interior (Argentino C).
Comparando dicha actuación con la debut (0-1 ante Sportivo, en Puerto Santa Cruz), el fundador de la institución afirmó que «la gente contagia mucho, además volvieron jugadores que nos hacían mucha falta, y los chicos se soltaron un poco más, de a poquito vamos a ir creciendo».
Asimismo, el entrenador destacó «la entrega, el corazón que pusieron todos para ir a cada pelota y para tratar de hacer el ida y vuelta, aunque no tengamos una gran tarea previa de fondo. Por eso es que los últimos 15 minutos de cada tiempo nos cuesta un poco más que el resto».
Sobre la situación de Facundo Perpetto y Matías Chávez (Nota de la Redacción: ambos tienen un convenio con Filial River Plate, y únicamente actuaron de locales), «todavía no hemos hablado con ellos, como te dije antes, nosotros estábamos trabajando y ellos sabían lo que tenían que hacer. Si vienen, mejor, y si no, trabajaremos para que el equipo siga jugando como está».
Tras el descanso del lunes, el plantel volvió ayer a la práctica. «Los chicos tuvieron tiempo para disfrutar el triunfo, ahora hay que entrenar más fuerte todavía. Esperemos que la gente nos siga acompañando, y vamos a seguir haciendo experiencia».
Hernández resaltó el «muy buen trato que tenemos con la gente del Boxing. Como en un principio no pudimos ponernos de acuerdo con Lago Argentino, es que cuando viajemos a El Calafate vamos a pernoctar en Río Gallegos, y el domingo saldremos temprano para llegar antes del mediodía».
Consultando acerca del debut de Martín Flores, uno de los volantes quien «manejó los hilos» en el torneo de la Liga, el Tano enfatizó que «ya llegaron los papeles, el domingo estuvo en el banco, y si no hubiera sido por la lesión de Cristian Alurralde, seguramente hubiera entrado».
Además, el entrenador dejó en claro que «vamos a rotar el equipo, eso lo saben los muchachos. Todos han trabajado muchísimo, y queremos que todos puedan hacer esta experiencia».
Por último, dijo que «nosotros entrenamos en ésta cancha (por la del Centro Deportivo), y sabemos que mucho no le podemos exigir a los chicos en la definición. El piso está malo, y en las áreas se hace más difícil todavía. Pero eso es para nosotros y para los rivales también. Hay que tratar de encontrarle la vuelta a la cancha, y ojalá que le pasen el rolo éstos días, así mejora un poco para el partido con Sportivo Santa Cruz (el 11 de febrero)».

Desde el continente

A su turno, Gargaglione se presentó: «soy de Coronel Pringles, y llegué a Río Gallegos hace 28 años, para jugar al fútbol. Vine a Río Grande a jugar la Copa Beccar Varela, de selecciones (Nota de la Redacción: fue en 1984, y el partido finalizó 2-2, tras la ventaja local por 2-0), y después con equipos de clubes».
El visitante también dijo que «cambia un montón el jugar en nuestra cancha sintética y hacerlo acá, sinceramente hoy (por el domingo) éramos un equipo desconocido», dijo el entrenador visitante. «Pero también hay que tener en cuenta que nuestros jugadores sintieron el cansancio del viaje, y además se pusieron nervioso por no poder jugar como ello saben».
El promedio de edad de Boxing es tan bajo como el de Real Madrid. «La media es de 21 años en el plantel completo, el año pasado también jugamos el Argentino C, con éstos mismos jugadores. Tenemos tres refuerzos locales, los hermanos Richard y Cristian Bazán (ambos juegan en Tío Sam) y Clavel, que está estudiando el Profesorado de Educación Física en Buenos Aires, pero la base es la que está jugando el torneo de la Liga Sur, ahí le llevamos 8 puntos al segundo».
Gargaglione estimó que «la zona está muy pareja, a los otros dos equipos también se le va a hacer difícil jugar en Río Grande. A Lago Argentino le íbamos ganando 2-0, después descontaron y nos complicaron bastante, jugaron muy bien en la cancha sintética. El piso permite que se vea un fútbol mucho más lindo, seguramente eso también va a ocurrir cuando vaya Real Madrid, no se quien va a ganar, pero el partido va a ser más atractivo para la gente».
El estratega nacido en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires consideró que «el favoritismo lo ha puesto el periodismo, nosotros jamás lo consideramos así. Nosotros tomamos el club en septiembre del año pasado, y desde el día que entramos dijimos que nuestro proyecto era a 3/5 años. Nuestro objetivo para nada es ganar el Torneo Argentino C, es participar, que los pibes vayan haciendo experiencia. Sí queremos ganar el torneo local, y ver si el año que viene podemos contar con un equipo más competitivo».
Con respecto al apoyo conseguido por la entidad albiverde, apuntó que «tenemos un poco de colaboración del Gobierno de la provincia. Nos cubre una parte de los pasajes y de otros gastos. Con la gente de Real Madrid llegamos a un acuerdo para brindarnos mutuamente el alojamiento y la comida cuando a cada uno le toque ser visitante, el trato fue excelente».
Aunque no estuvo presente en la única ocasión en la que un equipo de Santa Cruz jugó en la Capital Federal (el sábado 28 de abril de 1990 Bancruz perdió 3-0 con Nueva Chicago, en el partido de ida por uno de los Interzonalas clasificatorias para la B Nacional), Gargaglione sí participó en la campaña del San Lorenzo riogalleguense, que estuvo a un paso de intervenir en el Torneo Nacional de 1983: «ahí jugaba de 9, en el partido de ida de la final, ante Atlético Santa Rosa, de visitante, nos expulsaron a 5 jugadores -yo incluido- y se tuvo que suspender, perdíamos 2-0. Para la revancha teníamos el plantel diezmado, hubo que poner a algunos lesionados, a otros que no jugaban hacía bastante tiempo, y pese a todo empatamos 1-1. Si pasábamos, nos tocaba enfrentar a San Lorenzo, Rosario Central y Juventud Antoniana (Salta)».(fuente: diario El Sureño)